Todo grupo de rock y pop tiene un batería. La batería es un instrumento realmente icónico por su potencia sonora y el poderoso aspecto que brinda en el escenario, pero muchos chicos se deciden por otros intrumentos a la hora de meterse en el mundo de la música. ¿Por qué?
Fundamentalmente por tres razones (aparte de las preferencias personales, claro está):
- El elevado precio de un kit de batería decente (aunque eso es algo que ha mejorado con el tiempo y ahora hay kits decentes de iniciación por el mismo precio que puede costar una guitarra o bajo más un amplificador de características medias, o un teclado.
- El espacio que ocupan y las dificulatades de transporte que nos crearán para llevarlas.
- El incontrolable y ensordecedor sonido que generan
Las baterías electrónicas llevan en el mercado muchos años y fueron para muchos la solución a algunos de esos problemas o barreras de entrada al instrumentos comentados antes.
La dinámica y sensibilidad de una batería acústica es infinita, la de una electrónica es de unos cientos (o miles) de pasos, lo que hará que el sonido de la misma sea más mecánico y robotizado, más fatigante a la escucha e incluso, mas insulso, cuando lo oigamos mezclado en una producción completa canción tras canción.
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