Un violín eléctrico es simplemente un violin con una señal de salida electrónica. Las señales de un violín eléctrico normalmente pasan a través de un proceso electrónico, igual que una guitarra eléctrica, para obtener el sonido deseado.
Al tener (normalmente) cuerdas de metal, el sonido del violín puede ser captado con pastillas magnéticas o piezoeléctricas, siendo estas últimas las más comunes. Son usadas para detectar vibraciones físicas, en ocasiones en el cuerpo, pero más comúnmente en el mástil. Algunos violines tienen una pastilla (o incluso dos) independiente insertada en el puente bajo cada cuerda. Éste dispone de unos amplificadores para poder escuchar correctamente su sonido.
Es mucho más común un violín eléctrico con 5 o 6 cuerdas que un instrumento acústico. El cuerpo, típicamente sólido, también acomoda la tensión causada por las cuerdas extras sin estresar demasiado el instrumento. Las cuerdas extras son, normalmente, una cuerda de do bajo con 5 cuerdas, una de do bajo y una de si alto o la alto para 6, y una de do bajo, fa bajo y si alto para 7.
Vanesa Mae, violinista contemporánea, ha dicho que prefiere un violín eléctrico a uno tradicional debido a su mayor potencial.